jueves, 21 de abril de 2016

EL TRABAJO



Os voy a contar un caso
que a mí mismo me ha pasado.
Pues era en primavera,
que no era en verano,
cojo y me voy al chalet,
por la mañana, temprano,
después de estar de fiesta,
de "furrioná" el sábado.
Tenía que hacer una zanja,
para el servicio y entubarlo;
y no me encontraba yo,
aquel día, con muchos ánimos,
pués iba a hacer un trabajo
que no estaba acostumbrado.

Cojo una pala y un pico,
y me voy como un jabato,
para empezar la zanja,
que, con yeso, la he marcado.
Me pongo a picar con fuerza,
pues el suelo no estaba blando,
y me empezaron unos sudores,
que no podía aguantarlos.
Y sin saber qué hacer,
la camisa me he quitado,
y me preguntaba yo.....
"No he mirado el calendario,
a ver si me he equivocado,
y no estamos en primavera,
es que estamos en verano.
Hoy tiene que estar, lo menos,
lo menos, a cincuenta grados".

Yo me quito el pantalón,
a veces en calzoncillos,
yo siento menos calor;
y yo dejo de picar,
a veces, me pasa
para poder respirar.
Y yo sigo picando,
a ver si este domingo,
ya lo puedo acabar.
Y seguían los calores,
sin poderlos aguantar,
y estoy en calzoncillos,
y no me los puedo quitar,
pues no tapan casi nada...
las vergüenzas nada más;
y no me los voy a quitar...
aunque sea solamente,
por la propia dignidad.

Y ya termino la zanja,
y ya dejo de picar,
y qué sorpresa sería,
que los calores se van.
Y no hay que ser adivino,
de dónde venía el calor,
no me había equivocado...
estamos en primavera,
no estamos en verano,
toda la culpa la tiene la zanja,
y esa pala y el pico,
que yo tenía en las manos,
pues yo tengo otro trabajo.
Trabajo en la oficina,
con aire acondicionado,
y ya no veo tan mal,
que todos los seres humanos,
no quieran trabajar,
con un pico y una pala...
en las manos.

Por Cecilio Clemente Rivera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.