Ha
llegado el invierno,
y
con él los vendavales,
el
frío y la nieve cayendo,
esto
lo hace siempre,
año
tras año, cuando
llega
el invierno.
No
es una novedad
que
haga frío en enero
o
cuando el nacimiento,
pero
el tiempo es así,
sirve
de entretenimiento,
se
encuentra las gentes
y se
saludan diciendo:
“¡Qué
frío hace hoy!
¡Esto
no hay quien lo aguante!
Ahora
me voy al brasero,
está
cayendo nieve,
y ya
está bajo cero
y
poco a poco ya va
pasándose
el invierno.”
Y el saludo cambia, entonces...
Del
frío a mejor tiempo,
se
encuentran las personas
y se
saludan, diciendo:
“Hoy
está mejor día,
está
pasando el invierno,
y
febrero se presenta
con
días malos
y
días buenos,
y
ahí está el refrán,
que
se dice: De febrero
que
busca la sombra el perro,
a
rato, pero no el día entero.”
Y
llegó a primavera,
la
primavera, si falla,
pero
no falla, el invierno,
y
aquí sí que hay saludos
porque
hay días malos
y
días buenos;
y la
gente al encontrarse,
no
hablan más que del tiempo.
Y ya
ha entrado mayo,
Esto
ya no es de este tiempo,
que
cuando en mayo hace frío,
el
refrán
sale
al momento:
Hasta
el cuarenta de mayo
no
guardes el sayo.
Y el
tiempo da para hablar,
para
delante y para atrás,
y
con el tiempo señores,
hay
siempre de qué hablar.
Y
luego viene el verano,
con
su sol abrasador,
y
esto sí que saca
mucha
conversación,
y se
saludan diciendo:
“Vaya
un día de calor,
esto
no hay quien lo aguante,
tiene
que hacer, por lo menos,
que
no hace tanto calor,
lo
menos, cuarenta años.”
Y
luego dice el realista,
con
un poquito de guasa:
“Es
muy raro que caliente
el
mes de julio y agosto.”
Y yo
las he observado,
cuando
van paseando,
que
al encontrarse,
el
tiempo van comentando,
si
no existiera el tiempo,
la
vida sería aburrida,
se
encontraban
las
personas
y no
sabían de qué hablar,
pero
con el tiempo,
lo
mismo da lo que haga,
que
haga frío o haga calor,
o
que llueva o que nieve,
el
tiempo es el centro
de
la conversación.
Y ya
se acerca el otoño,
con
los días en decadencia,
el
sol no alumbra bien,
y el
otoño da tristeza,
la
hoja ya está cayendo
y
muere la naturaleza;
y
vuelven
los
comentarios.
Cuando
un día hace frío
y
pronto
está
aquí el invierno,
y en
casa
hay
que estar metido.
Por
Cecilio Clemente Rivera