domingo, 22 de noviembre de 2015

¡QUÉ MALA SUERTE!



¡Qué mala suerte he tenido!

Hay días que es mejor

que  no salga de casa.

Cojo y me voy a pescar

en esa divina charca,

 y estoy un rato pescando.

A ver si algunos picaban….,

 y ya me iba a marchar…

cuando el anzuelo

se engancha.

Dije: -¡Ya picó el pez!-

Y tiro con mucha maña

porque veo que tenía peso

y se doblaba la caña.

Y dije: -¡Este pez es gordo!-

Voy enrollando el hilo,

y cuando asoma el anzuelo….

qué sorpresa me llevaba,

pues el anzuelo traía

un zapato enganchado. 



Y me he cambiado de puesto,

pues a veces la suerte cambiaba,,

y en ese mismo momento

cojo y echo la caña,

y me regato para atrás,

y veo que a mis espaldas

un cartel que en él ponía

prohibido pescar en la charca.

Y cuando me doy cuenta….

ya estaba allí el guardia,

con un papel en la mano,

para denunciar la causa,

diciendo de mal agrado..

-Ahora mismo lo denuncio

por pescar aquí en la charca-…

-Ya puede continuar pescando,

pescando hasta mañana-

-Pero si mañana vengo,

y lo cojo aquí en la charca,

otra denuncia se gana-



He quedado relajado

pues ya tenía permiso,

permiso hasta mañana.

He echado el anzuelo

y me hace una picada,

con un tirón tan fuerte,

que casi me llevaba la caña.

He sacado un buen pez

y lo echo a la canasta;

vuelvo a echar la caña,

a ver si tengo suerte

y me dan otra picada.

Me he “regatado” para atrás,

para ver el pez

que puse en la canasta….

y qué sorpresa me llevo,

que un gato se lo llevaba.

Y salgo detrás de él,

a ver si se lo quitaba,

pero el felino corría

y no había quien lo alcanzara.

¡Qué mala suerte he tenido!

Mejor es no salir de casa….

Primero saco un zapato,

después me denuncia el guarda,

y el único pez que cojo….

se lo ha llevado la gata.



Por Cecilio Clemente Rivera


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