sábado, 12 de julio de 2014

EL CERDO














En casi todas las casas,
las que podían hacerlo,
en las aldeas y los pueblos,
compraban unos lechones
y los iban manteniendo,
con todos los desperdicios,
y con las grancias del suelo.

Luego para engordarlos,
se les echaba bien de comer.
Había trigo y el berbajo,
que se hacía en el caldero
y cuando ya estaban gordos
se le iban enseñando
a los vecinos del pueblo.

Y las gentes decían:
"Ven que me veas la matanza,
vaya gordos que se han puesto".
Y así los iban enseñando
a todas las gentes del pueblo,
pues la matanza,
en aquel tiempo,
era un privilegio.
Con la matanza se hacía
comida para mucho tiempo.

Y llegada La Pura,
empezaban la matanza,
por eso a La Pura,
la Chicharronera la llaman.
Después que se ponen gordos,
y se ve que no aumentan,
ya eran gastos para la casa,
todo lo que se echa.
Y cuando han acordado el día
para hacer la matanza,
hay que avisar a los abuelos,
los primos y los hermanos.

Había que madrugar,
por la mañana temprano,
unos lo cogen por las orejas
y otros le echan mano al rabo.
Y entre todos lo rematan
para luego chamuscarlo.
Con la chamusca de escoba,
que se cogía en el verano,
para que estuviera seca,
para poder chamuscarlo.
Se prendían los chamuscos
y el cerdo, la piel tostada,
y cuando estaba caliente,
otros iban raspando.
Y cuando estaba limpio,
a la mesa se echaba,
y entonces ya los expertos,
lo iban preparando.

Cada cosa para su lado,
para luego ir limpiando,
pues se hacía a cuchillo,
porque las máquinas,
entonces, no habían llegado.

Luego después,
que la carne está picada,
se echa dentro de la artesa,
para empezar a adobarla,...
la magra para el chorizo;
y la gorda para las morcillas,
de calabaza o patatas.
Había que dejarla un tiempo
con los guisos que se le echaban.
El pimentón, el ajo y la sal,
que eran los guisos,
que al mondongo,
se le echaban.

Y había que darle vueltas,
para que bien se mezclara,
y ya pasando un rato,
las mujeres lo probaban,
a ver el sabor que daba,...
el mondongo, que así se llamaba.

Y las mujeres, todas atareadas,
unas en la cocina,
y otras a los pozos a por el agua.
Luego, ya por la tarde,
hay que empezar a henchir,
las morcillas y los chorizos,
unas llenan las tripas
con el cuernillo y los dedos;
y ya cuando está llena,
se le daban a otras mujeres
para que aten las cuerdas.

Y terminan de henchir
los chorizos y las morcillas,
y luego los boferos y las costillas.
Y todos los chorizos
se meten en unas cañas
para colgarlos en la cocina
para que allí se secaran.
Luego todos en familia,
todos se regocijaban,
los niños en el espungaero,
las mujeres en la cocina,
con esos grandes pucheros,
preparando la comida.

Todos eran de barro
y a la lumbre se cocían.
Los hombres en la camilla
con el vino y con el cuero,
comentando lo del año.
Le daba con la manina, al tran tran..
"Al escurrir el aceite de San Vicente",
y al terminar el cantar,
otros niños al espungaero,
debían montar.

Se ha juntado la familia,
alrededor de la lumbre,
los abuelos y los hijos,
y también todos los primos.
Se termina la matanza,
y la faena este año,
y ya lo que se desea,
es para volver a otro año.

Y todos al despedirse,
todos decían igual,
"que se coma con salud,
y lleguemos a otro año"

Por Cecilio Clemente Rivera

* Aclaración de algunos términos:

Grancias: restos de trigo.
Berbajo: comida para el cerdo con restos de varios alimentos.
Espungaero: columpio.
Pura: Día la Inmaculada Concepción, 8 de diciembre
Manina: mano.
Al escurrir el aceite de San Vicente: canción que se cantaba a los niños en el columpio.


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